
El Ford Capri está listo para volver a ser protagonista en 2025, rescatando uno de los nombres más míticos de la historia del óvalo azul. Este coupé, símbolo de libertad y diseño atemporal, marcó a generaciones enteras y ahora se prepara para un nuevo debut, entre guiños al pasado y tecnología de última generación.
En este artículo repasamos la historia del Ford Capri, desde sus orígenes en los años sesenta hasta su esperado regreso en 2025. Descubriremos cómo ha evolucionado, qué lo hizo tan icónico y por qué su nombre sigue despertando pasiones entre los amantes de los coches deportivos.
De los orígenes al mito
El Ford Capri nació en 1969 con un objetivo claro: ofrecer a los europeos un “Mustang en miniatura”. Un deportivo accesible, con un diseño atractivo y unas prestaciones sinceras, pensado para hacer realidad el sueño americano en las carreteras europeas.
Su debut en el Salón de Bruselas fue un éxito inmediato. Capó largo, proporciones bajas y líneas tensas: cada detalle transmitía dinamismo. El Capri se convirtió rápidamente en un icono popular, con más de 1,8 millones de unidades vendidas entre Alemania, Reino Unido y Bélgica. En pocos años, fue el coche de los jóvenes, el que combinaba estilo, libertad y un precio razonable.
Tres generaciones se sucedieron hasta 1986, cuando finalizó su producción. Pero el Capri nunca desapareció: se transformó en un coche de culto, protagonista de películas, anuncios y colecciones privadas. Hoy sigue evocando un estilo de conducción auténtico, directo y lleno de carácter.

Diseño y técnica: la esencia del deportivo accesible
Lo que hace único al Ford Capri es su equilibrio entre estética y sustancia. Con poco más de 4 metros de largo y alrededor de 1.000 kilos de peso, combinaba agilidad y rendimiento con la elegancia de un gran turismo compacto.
Las motorizaciones iban desde los pequeños cuatro cilindros hasta los potentes V6 de 3.0 litros en las versiones RS, capaces de superar los 200 km/h. Era un coche ágil, comunicativo y con una personalidad arrolladora.
Su diseño sigue siendo inconfundible: capó largo, zaga corta, faros dobles y una silueta baja que sugiere velocidad incluso en parado. En el interior, el Capri ofrecía una posición de conducción deportiva y un ambiente sencillo pero envolvente, donde cada detalle estaba pensado para disfrutar del viaje.
En la competición y la cultura popular
Durante los años setenta, el Capri no solo destacó en la calle, sino también en los circuitos. Las versiones RS dominaron el Campeonato Europeo de Turismos, demostrando que un coche “popular” podía plantar cara a rivales mucho más caros.
En el cine y la televisión, el Capri se convirtió en símbolo de rebeldía y estilo. Desde Reino Unido hasta Alemania e Italia, su presencia era sinónimo de libertad. Hoy sigue viva en los clubes de fans y en los encuentros de coleccionistas, donde se la venera como una auténtica leyenda del automovilismo europeo.

Ford Capri 2025: el renacimiento de un mito
El regreso del Ford Capri en 2025 no es solo una maniobra nostálgica: es una apuesta estratégica. En un mercado donde los deportivos compactos escasean, Ford quiere ofrecer una alternativa con personalidad, emoción y tecnología de vanguardia.
El diseño conservará los rasgos esenciales del modelo original —capó largo, líneas musculosas, faros afilados— reinterpretados con un lenguaje moderno. En el interior, materiales sostenibles, pantallas digitales y una conectividad avanzada marcarán el salto generacional.
Se esperan versiones de gasolina eficientes, variantes mild-hybrid e incluso una posible versión 100% eléctrica. La nueva generación del Capri promete mantener viva la esencia deportiva de siempre, adaptándose a las exigencias de la movilidad actual.
Un icono que nunca envejece
El Ford Capri ha vuelto, aunque en realidad nunca se fue. Su nombre sigue siendo sinónimo de libertad, estilo y placer de conducción. Es un coche que une generaciones y demuestra que las emociones al volante siguen siendo tan importantes como la tecnología.
En 2025, su regreso no será solo un homenaje al pasado, sino el comienzo de un nuevo capítulo en la historia de una auténtica leyenda.