¡Es la pregunta del millón! Nosotros no podemos confirmar si merece la pena el renting flexible a largo plazo o no, pero sí podemos ayudarte a tomar la mejor decisión posible. Si te interesa conocer qué es y cómo funciona el renting te recomendamos consultar este artículo antes de continuar con la lectura de este post.
La pregunta que pone nombre y apellidos a este escrito es una cuestión muy popular en épocas de inestabilidad política y económica como la que llevamos viviendo en España desde hace años y a la que sumamos ahora una incertidumbre social a causa del impacto del coronavirus. Al final, la inestabilidad nos dirige a un comportamiento más conservador y nos conduce, en la mayoría de los casos, a la evasión de compra de bienes o servicios caros por “lo que pueda pasar”.
No es de extrañar que a principios de año el parque de vehículos del renting confirmara el cierre de 2019 con un volumen de 711.616 unidades (un 13,09% más que en el año anterior) y que los clientes de renting de vehículos se elevaran a 191.696 (un 35,08% más que en 2018), tal y como indica la Asociación Española de Renting de Vehículos (AER) en su informe Datos del sector del renting al 31 de diciembre de 2019.
Antes de la pandemia, la previsión para el renting en 2020 se mostraba muy positiva y con una clara intención de crecimiento continuo al ritmo de un 7%, tanto en matriculaciones como en parque. Ahora, en mayo de 2020 y en plena desescalada nacional, prever su futuro se antoja más complicado. Sin embargo, las sensaciones son positivas, no olvidemos que el renting sale triunfador en las épocas más difíciles.
Si tenemos en cuenta el impacto del coronavirus en nuestras vidas, el renting ofrece grandes ventajas para los consumidores. Pero también presenta inconvenientes que no se producen con la compra de un vehículo. Vamos a comparar las ventajas de la primera modalidad contra los inconvenientes de la segunda y viceversa.
VENTAJAS DEL RENTING FLEXIBLE vs INCONVENIENTES DE COMPRAR UN VEHÍCULO
A tu manera: con el renting flexible podrás devolver el vehículo cuando lo desees sin pagar ningún tipo de penalización en la mayoría de los casos, mientras que si compras un coche mediante financiación deberás pagar las cuotas religiosamente y, en caso de impago, la entidad financiera podrá reclamarte el pago por la vía judicial.
El precio justo: con el renting flexible pagarás una cuota fija al mes, sin sorpresas ni variaciones de ningún tipo. Si te decantas por la compra de un coche, la cuota a pagar variará siempre en función de las fluctuaciones de los tipos de interés.
Entras por la puerta grande: con el renting flexible no tendrás que preocuparte de pagar entradas. Esto no ocurre cuando compras un coche porque hay una entrada que deberás abonar antes de poder disfrutar del vehículo.
Todo incluido: ¡así es! Con prácticamente cualquier renting flexible está todo incluido: desde el seguro a todo riesgo del coche hasta la mayoría de sus reparaciones, pasando por despreocuparte del pago del impuesto de circulación, del mantenimiento del vehículo y de pasar la ITV y pagarla. Por el contrario, si compras un coche, me temo que todos ellos serán tu responsabilidad y serás tú el que deba estar pendiente y afrontar los costes.
Lo que tú quieras: ¿Qué la familia crece y ahora sois 3? Renting flexible. ¿Qué te imponen restricciones para circular por tu ciudad? Pues renting flexible. ¿Qué no te gusta el coche que tienes y prefieres un SUV? Ya sabes la respuesta. En cambio, si te decantas por la compra de un coche, tendrás que preocuparte por venderlo para poder comprar otro y a ver a qué precio porque la devaluación de los coches se intensifica año tras año.
VENTAJAS DE COMPRAR UN VEHÍCULO vs INCONVENIENTES DEL RENTING FLEXIBLE
Todo tuyo: si compras un vehículo, este te pertenece y es de tu total y absoluta propiedad. Sin embargo, si lo alquilas, el coche siempre pertenecerá a la empresa arrendadora y, llegado el momento, tendrás que entregárselo.
Puedes ir dónde tú quieras: con un coche en propiedad, es decisión tuya ir donde te propongas. Por su parte, con un coche de renting, siempre tendrás un kilometraje anual que respetar y, si te pasas, deberás afrontar los gastos derivados de ello.
Más rentable: dependerá siempre de la depreciación del coche. Pongamos un ejemplo práctico a 4 años vista: si sumamos los gastos variables (seguro, reparaciones, mantenimiento…) a un coche por el que vas a pagar 15.000€, es posible que estemos hablando de un gasto total de unos 22.000€.
Fiabilidad: la tecnología ha avanzado mucho y hoy en día cualquier coche nuevo no necesita de grandes reparaciones durante los primeros años de su vida útil, por lo que el mantenimiento y otras ventajas que incluye el renting no merecen tanto la pena durante ese periodo de tiempo. Además, la gran mayoría de marcas ofrecen una garantía de mínimo 2 años a cualquier consumidor que compre un vehículo nuevo.
Hasta cuándo quieras: al comprar un coche, este es de tu propiedad por lo que es decisión tuya quedártelo o venderlo en un futuro. Con el renting, como bien sabes, esto no ocurre y en algún momento tendrás que afrontar su devolución.
Entonces, ¿cuál es la respuesta a la pregunta “merece o no la pena el renting flexible a largo plazo”? La nuestra siempre será un claro “depende”. El renting flexible a largo plazo será más o menos conveniente en función de tu situación personal y económica y de tus necesidades y preferencias.