“¿Errores al usar el aire acondicionado? ¡Imposible! ¿Cómo vamos a cometer fallos con algo tan (aparentemente) sencillo?”
Pues resulta que, a pesar de la simplicidad que presenta a primera vista, somos muchos los que utilizamos mal el aire acondicionado del coche. Y no solo lo usamos incorrectamente, sino que encima la mayoría cometemos exactamente los mismos errores a la hora de echar mano de su servicio.
Un servicio que, por cierto, es casi tan importante como el volante en épocas de altas temperaturas. Cuando el calor aprieta con ganas el aire acondicionado se convierte en algo más que un aliado para combatirlo.
Pero entonces, ¿cuáles son esos 5 errores típicos que la mayoría cometemos cuando hacemos uso del aire acondicionado en el coche? Veámoslos a continuación.
1. Olvidarte de su existencia
Y no nos referimos a olvidarnos de que lo tenemos y achicharrarnos en el coche mientras el solazo de verano nos golpea con todas sus fuerzas, ¡qué va! Nos referimos a su mantenimiento. Igual que sucede con el resto de piezas, herramientas y sistemas del coche, el aire acondicionado también necesita de un mantenimiento específico. De hecho, lo más recomendable es cambiar sus filtros cada 15.000km o 20.000km.
2. Pasar del aire por la mañana
Siempre dependerá de la zona en la que te encuentres, pero en algunas ocasiones las mañanas de verano son fresquitas (hasta que empieza el sol a ponerse las pilas) y está uno tan a gustito que pasa literalmente de poner el aire porque… ¿Para qué? Esto es un error muy común porque la temperatura exterior aumenta a gran velocidad a medida que pasa el tiempo y eso propicia que los cristales puedan empañarse. Para evitar que suceda, lo mejor es poner el aire acondicionado desde el minuto 0 (aunque sea a una temperatura no muy alta y a baja intensidad).
3. Igual que con la cámara del móvil
A foto desenfocada, difusor desenfocado, ¿no? Tenemos dos malas costumbres: una es la de poner cada difusor apuntando a un lugar diferente y otra la de ponerlos todos apuntando a la cara directamente. Ambas prácticas no son recomendables porque lo ideal es que todos los difusores apunten hacia arriba. Ese sencillo gesto marca la diferencia y permite que el aire se reparta correctamente y llegue a todos los pasajeros.
4. Empañados me gustan más
La clásica activación del aire acondicionado y del botón de recirculación del aire al mismo tiempo para que… ¡Voilà! Se haga la magia y los cristales del coche acaban empañados. Sigue nuestro consejo y mejor desactiva ese botón y activa el de Auto para que el flujo del aire se vaya autorregulando, ya verás qué diferencia.
5. A tope
35-40 grados en el exterior, llegas al coche (que está a 60), arrancas, y pones el aire acondicionado al máximo con la falsa esperanza de que el aire que salga enfríe más rápido y tú consigas sobrevivir al calor infernal, ¿te suena esta historia? ¡Grato error! La mejor opción es bajar las ventanillas del coche y permitir que se airee durante un par de minutos (si, si, aunque no sople una brisa), entrar en el coche, arrancar, cerrar las ventanillas y activar el aire acondicionado teniendo en cuenta todo lo que hemos visto anteriormente y no al máximo de potencia. No será un efecto inmediato, pero desde luego funcionará y mucho mejor que de la otra forma.
Así que ya sabes, evita cometer este tipo de errores y saca mayor partido al aire acondicionado para combatir el calor y salir victorioso o victoriosa de la batalla.
Ahora es difícil encontrarse con un coche que no venga con aire acondicionado de serie pero, por si acaso y por si te interesa, te animamos a visitar nuestra sección de ofertas y a utilizar nuestros filtros avanzados de búsqueda (entre ellos está el de “Aire acondicionado”) para que encuentres tu coche preferido.