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La tracción total: ventajas e inconvenientes

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La tracción total: ventajas e inconvenientes

La tracción total: ventajas e inconvenientes

¿Es realmente útil la tracción total? Permítenos mostrarte sus pros y contras para que juzgues tú mismo.

Pero antes de avanzar, vamos a arrancar. La tracción en un vehículo, por si no estás familiarizado con el término, es la fricción que surge en los neumáticos cuando entran en contacto con el asfalto. Sin ese roce o apoyo, lógicamente el vehículo no podría empezar la marcha.

Por su parte, la tracción total, tracción integral, tracción en las cuatro ruedas, 4×4, 4WD… (¡llámalo “x”!) es, a fin de cuentas, un sistema de transmisión que conduce la fuerza del motor hasta las 4 ruedas para que, una vez estén en contacto con el suelo, el vehículo pueda avanzar o retroceder.

Diferenciamos dos tipos de coches con tracción total:

  • Permanente (o de tracción integral): estos coches tienen las 4 ruedas acopladas al motor en todo momento.

  • Acoplable: son de tracción delantera y/o trasera, pero tienen la capacidad de acoplar el eje restante en caso de necesidad. Dentro de esta categoría podemos distinguir los vehículos:
    1. Con diferencial central: pueden hacer uso de la tracción total sobre asfaltos con buena adherencia sin importar la velocidad.
    2. Sin diferencial central: solo pueden hacer uso de la tracción total cuando las condiciones son dificultosas (nieve, hielo…) y a velocidad baja.

En este artículo nos centraremos en la tracción total permanente. Como has podido comprobar, existen otros dos tipos de tracciones: la delantera y la trasera y cada una de ellas responde a distintas necesidades y presenta diferentes ventajas. Veamos cuáles nos ofrece la tracción total:

Más es simplemente MÁS.

Sobra decir que enfrentarse a una pérdida de tracción puede conllevar grandes daños, independientemente del terreno por el que se circule, ¿verdad? Pero ¿sabías que la tracción total minimiza radicalmente las posibilidades de que eso ocurra? Tanto si una rueda no esté apoyada en el asfalto como si uno de los ejes pierde tracción, con la tracción integral siempre contarás con la fuerza y el impulso del otro eje y las otras tres ruedas.

La seguridad siempre es importante.

Cuando la cosa “se pone fea”, como a la hora de circular por carreteras con nieve, hielo, mucha agua o gran cantidad de suciedad, cualquier coche con tracción delantera o trasera tiene las de perder. Al enviar potencia a las cuatro ruedas, los vehículos con tracción total permiten controlar mejor el entorno y garantizan un mayor agarre al terreno y, por tanto, una mayor seguridad en estas circunstancias.

Cuando se trata de reaccionar a tiempo…

… Hay que ponerse muy serio. Al disponer de cuatro puntos de apoyo, el impulso del que goza un coche con tracción total siempre será mayor que el que encontramos en automóviles con tracción delantera y/o trasera. Por tanto, cuando se trata de reaccionar a tiempo, la tracción integral siempre será tu mejor aliada.

¡YO lo llevo!

Llevar un remolque siempre provoca un desgaste extra en los neumáticos. Este impacto se puede disminuir con la tracción total ya que, gracias al reparto de fuerzas entre las cuatro ruedas, se minimiza la exigencia que sufre cada neumático.

Ojo con las curvas.

Si lo comparamos con un coche de tracción delantera o trasera, uno de tracción total siempre presentará una velocidad de entrada a las curvas más lenta. Sin embargo, al llegar al punto de máxima aceleración lateral de giro, será el coche de tracción 4×4, haciendo uso de la transmisión de potencia a las cuatro ruedas, el que pueda acelerar más rápido para salir de la curva.

“Ya, muy bien, pero… ¿Y la otra cara de la moneda?”, pensarás. ¡Y con razón! Efectivamente, la tracción integral no podía ser perfecta. Estos son algunos de sus mayores inconvenientes:

Más tracción… Más gasto.

No es exactamente así, pero sí que es verdad que la tracción integral la encontramos generalmente en todoterrenos y en algunos SUVs. Al final, al ser vehículos fundamentalmente grandes, pesados y potentes, sus motores cargan con más peso y sus propulsores se ven en la obligación de consumir más carburante. No obstante, la tecnología ha avanzado mucho en los últimos años y la diferencia de consumo entre coches con tracción total y con tracción delantera o trasera es cada vez menor.

Puede que no te compense.

Los vehículos con tracción en las cuatro ruedas son más caros que el resto de coches habitualmente. Por eso es importante valorar el desembolso económico en función del uso que le vayas a dar al vehículo en cuestión en tu día a día.

Lo tiene “todo”.

Sin embargo, para tenerlo todo, necesita también de todo y eso puede acarrear costes inesperados. Al incluir más elementos mecánicos que las otras dos tracciones, los coches con tracción total son más susceptibles de visitar el taller que otros.

¿Y a ti? ¿Te convence la tracción total? Nosotros te animamos a descubrir los coches con tracción 4×4 aquí y así seguro que sales de dudas. No te olvides de configurar tus preferidos y de compararlos para encontrar el que más se ajuste a tus necesidades.

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